Osteopatía

¿Cómo funciona?

La Osteopatía no trata de espiritualidad ni es esotérica, sino que utiliza cualquier conocimiento de la anatomía, fisiología y de los avances de las ciencia para explicar de forma lógica deductiva los problemas mecánicos del cuerpo. Se diferencia en estructural, visceral y craneo-sacral según la tipología del problema a tratar, la zona corporal interesada y la técnica de manipulación utilizada.

El método de investigación para interpretar y buscar las causas de las alteraciones se basa en el razonamiento lógico deductivo sobre datos objetivos derivados de:

– La observación de la estructura corporal,

– Pruebas de movimientos y otros tests codificados,

– La auscultación de las señales del cuerpo,

– La observación de las respuestas del cuerpo a determinadas señales,

– Las informaciones previas proporcionada por el cliente, prestando mucha atención a cada detalle referido y a la eventual documentación aportada.

Todos estos elementos sirven para construir un cuadro lógico que ponga en relación el problema observado con las posibles y diferentes causas que lo han podido provocar, como posturas, golpes o malos hábitos pero también la funcionalidad de los órganos, el estado emocional y psicológico, y la alimentación.

Las técnicas utilizadas se basan en estiramientos, movilización articulares, masajes muscular y fascial para eliminar contracturas, endurecimientos, adherencias, y tonificación muscular a través de ejercicios guiados.

Hay osteópatas que utilizan más las técnicas de movilidad articular produciendo el clásico “crujido” que muchas personas temen pero en este centro se aplica preferentemente la técnica muscular y fascial.

¿Para qué sirve?

Las articulaciones más afectadas y por las cuales se pide la intervención del osteópata son:

Vertebras cervicales, que producen a menudo dolor de cuello o de cabeza o sensaciones molestas entre otras cosas;

Hombro, escápula y vertebras dorsales, con reflejos sobre la respiración y la postura y que se acompañan con carga de la musculatura del cuello y de la espalda;

Vertebras lumbares, huesos ilíacos y sacro, que se relacionan con nuestra postura y forma de andar y dan lugar, a menudo, dolores lumbares o dolores en las piernas;

– Articulaciones de los miembros inferiores (cadera, rodilla, tobillo, y huesos del pie);

– Articulaciones de los miembro superiores (hombro, codo, muñeca y huesos de la mano);

Historia

La Osteopatía nació en Estados Unidos en la segunda mitad de 1800 por el doctor Andrew Taylor Still que elaboró este método notando que al devolver su funcionalidad a las articulaciones había una notable mejoría en el estado general de salud.

Profundizando sus estudios en anatomía y fisiología humana, tratando algunas enfermedades de sus pacientes con el método que iba elaborando y analizando la eficacia de su tratamiento en los pacientes curados, el doctor Still elaboró 4 principios que todavía se hallan a la base de la moderna Osteopatía:

  1. EL CUERPO ES UNA UNIDAD

El cuerpo humano es una estructura con todas sus partes conectadas según un principio de unidad. Es decir que hay un mecanismo de unión, la fascia (tejido conectivo), que conecta las diferentes regiones del cuerpo de manera que cada parte repercute sobre las otras, aunque se encuentren lejos entre sí. Así que los diversos sistemas como el músculo-esquelético (movimiento), el nervioso (comunicación), el arterial, venoso y linfático (nutrición de los tejidos y eliminación de sustancias tóxicas), el digestivo (alimentación) pueden influir cada uno de ellos sobre los demás para conseguir el equilibrio (homeostasia) que caracteriza la salud y bienestar, sin el cual aparecen muchas enfermedades.

Todas las partes trabajan para el beneficio del organismo en su totalidad.

  1. LA ESTRUCTURA GOBIERNA LA FUNCIÓN Y LA FUNCIÓN INFLUYE EN LA ESTRUCTURA:

Las partes estructurales del cuerpo (huesos, músculos, órganos, tejidos, fascias, vísceras, etcétera) cumplen sus funciones según la estructura que tienen, pero si se modifica la estructura se puede influir sobre la actividad de su función, así que un uso excesivo de un determinado músculo, puede acabar comportando cambios en el hueso en el que se inserta, o si un musculo comprime un vaso o un nervio, se tendrá una consecuencia patológica en el tejido que abastecen.

La enfermedad no se puede desarrollar si la estructura está en armonía.

  1. LA AUTOCURACIÓN:

El cuerpo tiene en sí mismo todos los medios necesarios para eliminar o reprimir enfermedades, a condición de que sus “medios” sean libres de funcionar correctamente. Es decir, que no haya obstáculos sobre los conductos nerviosos, linfáticos, vasculares, con el fin de que la nutrición celular y la eliminación de los desechos se cumplan correctamente.

  1. LA LEY DE LA ARTERIA:

La sangre es el medio de transporte de todos los elementos que permiten asegurar una inmunidad natural y de lucha contra enfermedades.

La perturbación de la arteria conllevará a una mala circulación arterial; como consecuencia, el retorno venoso será más lento y provocará paralizaciones venosas, con acumulación de toxinas.

La Osteopatía está reconocida en la casi totalidad de los países más científicamente avanzados del mundo recibiendo una reglamentación legal y muchos de ellos la han incluido en el propio Servicio Sanitario Nacional.

En Europa Occidental, todas las naciones, con excepción de España, han regulado esta disciplina otorgándole el respeto y la consideración de una práctica útil para la resolución de algunas molestias corporales y la mejoría del estado de salud.

Muchas técnicas y enfoques típicos de la Osteopatía han sido incluidos en la fisioterapia moderna manteniendo pero algunas substanciales diferencias en la manera de enfocar la problemática del paciente y del método del tratamiento.

Quizás la mayor diferencias consiste en el enfoque holístico del cuerpo humano reconociendo este como una estructura cuyas partes se influyen mutuamente, incluso a larga distancia entre ellas.

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